Conozco a muchos pastores y
ciudadanos argentinos que también tienen millones, y a los del nuevo
Gobierno con cuentas en el exterior con y sin declaración
jurada, que mientras en Indonesia le mataron al que eso mismo hizo,
en la Argentina nos gobiernan y le juzgan a Cristina. ¿Usted, pastor
juez, me explica esa contradicción, y me dice porque le
incomoda que Florencia lo tenga?
Mi pueblo, Santo Tomé,
Corrientes, está minado de Florencia de los más variados partidos
políticos, y en su grande mayoría católico-romanos. No es normal que
se encarnicen con Florencia porque es Kirchner.
Cualquier impío podría hacerlo y
mientras tanto, todo cristiano estaría orando y trabajando. Que los
cristianos se ocupen de pretender juzgar a Florencia por
el atizamiento suspicaz y perverso de un gobierno que procura
taparse en sus crímenes y delitos, es mucho más perjudicial a sí mismo y
a la economía y la paz social de todo el pueblo de la
nación.
Volviendo a mi pueblo, me
acostumbré a ver esos ricos envejecer inútiles y a sus hijo deambular en
la vida sin cualquier sentido de vida que les haga felices y
útiles. No nos debiera dar ni un poquito de preocupación verlos
enriquecerse ilícitamente, porque ese es el mundo; la iglesia es otra
cosa, y cada responsable de cada uno de estos espacios, dará
cuenta delante de Dios tarde o temprano.
Envolvernos en asuntos oscuros y
banales de paquetes persecutorios de los gobiernos claramente
vengativos, es salir de fiador de un pobre malintencionado a no
pagar jamás sus gastos superfluos.
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