¿Judíos o Sionistas?



El Judío Salomón escribió: Quién enriquece a costa de oprimir al pobre, así como quien adula, con regalos, a los ricos, ¡ciertamente pasará necesidad! Hoy, el mundo tiene a la cabeza de los más ricos a los judíos sionistas, siendo el Sionismo un movimiento político y filosófico que defiende el derecho a la autodeterminación del pueblo judío y la existencia de un Estado nacional judaico independiente y soberano en el territorio donde históricamente existió el antiguo Reino de Israel (Eretz Israel). El Sionismo, necesariamente, se vio envuelvo en violencias desde sus comienzos en 1945, y siempre esgrimió herramientas de conquista en su defensa de su Estado resurgido, su potencial y sus intereses anti-cristianos. Y no son los mismos a los que Salomón se refirió. Los nuevos, están aumentados de maldad.
 
El Movimiento masónico germinó en medio de la conspirativa Nueva Orden Mundial, que abiertamente se declara a favor de lo que la Biblia denomina el Anticristo, y en Davos se reúnen los más ricos del mundo con la intención de fortalecer el clan, donde participan tan sólo por invitación formal y ya estuvieron Cristina Kirchner y Mauricio Macri.  En las pesquisas en el Internet, aparece como Fórum Económico Mundial de Davos, Suiza, con intenciones y fines humanitarios.
 
En un informe en la revista The World and I de enero de 1991, un grupo de peritos examinaron “las políticas exteriores que van surgiendo entre las superpotencias y el efecto que probablemente tengan en el nuevo orden mundial”. El editor llegó a esta conclusión: “La historia nos lleva a pensar que en el mejor de los tiempos se puede pasar muy fácilmente de la paz a la guerra. La cooperación internacional, particularmente entre las potencias principales, es crucial para una transición de éxito de la Guerra Fría a un nuevo orden mundial.”
 
Desde una consulta hecha el 23 de julio de 2009 la tesis central de Los Protocolos es que, si se remueven las capas sucesivas que cubren u ocultan las causas de los diversos problemas que afectan el mundo, se encuentra un grupo central que los promueve y organiza con el fin, primero, de destruir los gobiernos y órdenes sociales establecidos, y con el fin último de lograr el dominio. Ese contubernio central es un grupo de judíos, que -según se afirma- controla tanto los sectores financieros como diferentes fuerzas sociales que, a su vez, son los que -desde este punto de vista- provocan desorden y conflicto social: los masones, los comunistas y los anarquistas, entre otros.
 
Sin duda alguna el movimiento no se valdría solamente de los masones (los ricos) sino también de los pobres (comunistas). O en el mejor de los casos, de ricos con ambiciones de poder y vocación, y sed de poder, fáciles de ser capturados para que gobiernen con políticas para los ricos, y ricos que se animen gobernar como salvadores de los pobres.
 
Los más claros ejemplos de esa política se ven en los gobiernos Kirchner y Cambiemos. Pero existe una matemática bíblica que no falla: Donde el pecado abundó, superabundó la gracia. Esto significa que cuando en el mundo los ricos consiguen gobernar hasta la esclavitud total, pero disfrazada de orden y moralidad, es Dios que manda a otro rico, o pobre como José Mujica, pero de Izquierda, que abra caminos para la Gracia de Dios por los que sufren.
 
Pero como toda matemática, la de Dios también tiene sus puntos oscuros, que “no cierra”. Y ese punto en la política, tal vez se llame Democracia y no “idiotas útiles” como los políticos inventaron llamar. Si vamos a votar siempre equivocadamente, ¿para qué queremos Democracia? Y si Derecha e Izquierda van a manipular las mentes e intereses de pobres y ricos, ¿para qué existe esa Democracia que nunca funcionó sino como pararrayos?  El pararrayos fue inventado por Benjamin Franklin en 1753, y su función es la de atraer los rayos para evitar que caigan en otros lugares peligrosos. Es de vital importancia que el pararrayos esté en un lugar bien alto, por encima de cualquier otra estructura que pueda haber en la zona.  Siempre fue así: cualquier movimiento popular o de grupo de sedición es condenado como atentando a los más sagrado, lo más alto y sublime para los pueblos, la Democracia. Otra característica de suma importancia en un pararrayo es el cable que lleva la corriente al suelo, el cable neutraliza el poder destructivo de los rayos gracias a que permite una polarización de  las cargas eléctricas, que lleva la descarga al suelo. En otras palabras, el pararrayos desvía el rayo de los que gobiernan, en puestos o medios hegemónicos de dominación, y hace que caiga sobre el pueblo menos protegido. ¿Por qué Macri finge estar a favor de Israel y Cristina abiertamente apoya a los Sionistas? La agenda debe ser cumplida, y a nosotros nos toca saber descansar en la selva rodeada de rascacielos de ellos, los “hermanos unidos”…

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